Una buena práctica luego de la labor diaria, es limpiar nuestro puesto de trabajo y por supuesto a nuestra compañera que nos ayuda a obtener el pan de cada día.
PARA EMPEZAR
Sabiendo que los peores enemigos de nuestra máquina de coser son la pelusa y el polvo, deberemos pues considerar en primera instancia, una funda o cobertor para protegerla. Algunos tipos de hilo sueltan más pelusa que otros, de igual manera ocurre también con diferentes tipos de tela, además del polvo que espontáneamente se acumula en nuestros talleres, hacen imperativa la necesidad de limpiarlas y lubricarlas periódicamente, cuidando y buscando larga vida a nuestros máquinas de coser que junto a nuestro talento y creatividad, hacen posible desarrollarnos en este maravilloso mundo de la confección.
Por lo anterior y por el uso que demos a nuestra máquina de coser o de su falta, vale la pena mencionar los siguiente:
Cuanto más utilicemos nuestra máquina, con mayor frecuencia deberemos limpiarla y lubricarla.
La falta de uso permite mayor acumulación de polvo.
Los hilos de menor calidad sueltan más pelusa.
ANTES DE COMENZAR
Siendo necesario el desmontaje de la plancha de aguja, dientes, carretel, caja de bobina, etc. usualmente para poner un folder o cambiar un hilo del carretel, como parte del trabajo diario, se hace imprescindible hacerlo también para realizar una adecuada limpieza y lubricación. Para el caso de máquinas que no tienen carretel abajo como las overlock, recubridoras y algunas otras, deberemos tener cuidado de no aflojar los tornillos que sujetan los “looperes” (agujas inferiores) pues éstos, estarán calibrados en tu máquina de acuerdo al tipo de aguja que utilizas.
¡Primero tu seguridad! Siempre que ejecutes cualquier tipo de operación que no sea de costura, deberás desconectarla desde el switch de encendio y en caso de máquinas domésticas es mejor desconectarla del tomacorriente de la pared.
KIT DE MANTENIMIENTO
Para la limpieza y lubricación de la máquina de coser necesitarás tres herramientas básicas:
Un destornillador plano corto.
Un pincel o cepillo pequeño de cerdas duras.
Aceite liviano para máquina de coser, ¡en ningún caso aceite de mesa!
Si no las tienes, puedes comprar un kit de mantenimiento. Es muy barato y definitivamente lo necesitas.
LA LIMPIEZA DE LA MÁQUINA DE COSER
Antes de echar ni una sola gota de aceite en la máquina de coser, es absolutamente necesario eliminar metódicamente las pelusas de hilo y de tela, de tal manera que no se mezclen con el aceite. De otra manera, se creará una pasta con las impurezas, que lejos de ayudar en el buen mantenimiento de la máquina, hará que se estropee, atrancando las partes móviles de la máquina. Esto se vuelve dramático para cuando se guarda una máquina sin uso y sucia por largo tiempo.
Así que empezaremos por el cepillado. Deberemos pasar el cepillo o brocha de limpieza de cerdas duras por el porta agujas, luego hacia abajo destapar la plancha de aguja, limpiar dientes y la parte superior del garfio, a continuación extraeremos la caja de bobina, limpiando el garfio en su totalidad, la canastilla y los lugares aledaños en donde se acumula comúnmente la pelusa. Para el caso de overlock, recubridoras y otras que tienen “looperes”, deberemos asegurarnos de limpiar los lugares de difícil acceso a través de ellos. Una excelente ayuda, de ser posible, prestará una sopladora haciendo ingresar aire a fuerza antes y durante el cepillado.
LUBRICACIÓN DE LA MÁQUINA DE COSER
Pues ya hemos terminado con la pelusa, no habiendo ya riesgo de formar pastas o lodos entre el aceite, la pelusa y el polvo, ha llegado el momento de echar el aceite con medida y sin excesos.
Los puntos de lubricación básicos e intuitivos están ubicados en las piezas móviles que se friccionan con piezas fijas, tales como al interior del garfio, sobre la palanca tira hilos (que guiará a la gota de aceite al interior), en la parte superior visible de la barra de aguja, harán un buen trabajo. Recuerda que lo más seguro es que tu máquina sea de lubricación automática por lo cual varias partes se lubrican solas al trabajar a través de mechas de lubricación (no vayas a retirar estas mechas o cordones de lubricación que cuelgan de la parte inferior de la máquina y caen hacia la bandeja inferior), no así ciertas rectas y zigzag que no tienen carter o bandeja y especialmente las máquinas domésticas que no tienen lubricación automática.
En cualquier caso una o dos gotas de aceite serán suficientes.
Volveremos entonces a montar nuevamente la plancha y a armar el carretel en la caja de bobina y ésta al interior del garfio, recuerda probar el correcto ensamble de las piezas haciendo subir y bajar la aguja con una o dos vueltas de la rueda o volante de la máquina con la mano. Finalmente, enchufamos de nuevo la máquina si la es el caso y listo.
RECUERDA
La limpieza debe ser diaria o después de que has utilizado tu máquina.
La lubricación diaria manual, se recomienda para máquinas que no tienen lubricación automática
Una lubricación semanal debe hacerse para máquinas industriales de alta producción, sobre todo en el garfio de las máquinas rectas.
Es importante mencionar que para el caso de máquinas industriales, se deberá cambiar de aceite (no rellenar) cada 6 meses, pues sin importar si se ha usado o no, el aceite comienza a degradarse y su función de lubricación baja su eficacia dramáticamente en el tiempo, peor aún si está sucio con pelusa y polvo.
10 minutos de limpieza diaria y otros 10 “de vez en cuando” mantendrán nuestra máquina produciendo por muchos y muchos años.
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